viernes, 18 de octubre de 2013

ANTAGONISMO (1ª Parte)



No sabía o quizás, no quería pensar en los motivos por el cual había dejado a su novio: hombre atractivo, de porte distinguido, que se adornaba con unos ojos de un negro intenso, misteriosos. Era un bello atardecer de otoño cuando paseaba con él como era habitual desde hacía un año por una recóndita alameda de un parque de la ciudad catalana: No supo cómo sucedió, pero aterrada vio aquella tarde al mirarlo cómo la cara de su novio en unos instantes se transformaba; aquella belleza y, mansedumbre que le enamoró, desapareció en unos segundos y, entonces pudo  ver aterrada que aquella cara  pertenecía a otra persona; la careta de aquella belleza que la cautivó, se había caído al suelo, la magia del amor, había desaparecido de aquellos ojos negros, como el azabache que ella tantas veces había mirado extasiada cuando, en soledad,  eran arrullados por el suave murmullo que hacen las hojas de los álamos cuando son mecidas por la brisa: No quería recordar, porque ahora  sus ojos parecían desprender rojizos fogonazos de fuego y terror. Sus manos se convirtieron en dos garfios de hierro que se aferraron opresores en sus brazos, haciéndole dar un gemido de dolor, el, con ira contenida, trataba de detenerla ante su oposición.
Alguien en esos momentos aparece se pone ante ellos, era un hombre, alto, atlético, su cara desprendía bondad, en aquella penumbra destacaban en él unos ojos de color verde claro que radiaban destellos como dos ágatas pulidas. El novio de Marta ante la mirada de aquel hombre se arrugó como un globo recién des hinchado.
Marta, después de una semana de insomnio y desasosiego, no conseguía arrancar de su pensamiento la visión de aquellos ojos negros, llameantes, que habían dejado en lo más recóndito de su ser una extraña sensación antagónica, por un lado, terror, por otro lado, le hacía sentir una dulce sensación de alivio. El cobarde, desapareció al ver ante él a aquel hombre salvador. En esos momentos al ver que aquel ser extraño se alejaba de ella;  tuvo una reacción de euforia, se sentía como un pájaro que cuando le abren la puerta de la jaula, en su alegría  y, precipitada salida, no encuentra el camino de la libertad.
Una mañana, sale de su casa sin rumbo fijo acompañada, como hacía unas semanas, de sus apesadumbrados pensamientos.  A pesar del bullicio que se vive por las calles en la ciudad, a la hora punta. Ella, se sentía, totalmente sola, aislada del mundo real, deambulando  sin tener ningún objetivo. No supo cómo, se paró ante un escaparate de una agencia de viajes, donde  un poster anunciaba a todo color tras el escaparate, “Viajes a  Singapur”; escudriña desde fuera la oficina, dentro, se encontraba aquel hombre esbelto y de mirada dulce, sus ojos se cruzan, él sonríe, Marta, como si fuera empujada por una fuerza invisible, entra en la agencia, no supo el motivo que le impulsó a entrar, pero de pronto, se vio pidiendo un folleto sobre la ciudad de Singapur. Cuando tiene los folletos en las manos, mira hacia atrás, necesitaba ver a aquel hombre  para darle las gracias y, ve cómo salía por la puerta saludando con la mano en alto a los componentes de la oficina.
Marta tarda en reaccionar; cuando lo hace, aquel hombre había desaparecido.
Marta había salido de Cáceres hacía tan solo un año hacia Barcelona por motivos de trabajo: Aquel día cuando llega a su apartamento, lee detenidamente aquel folleto, no supo el porqué se extrañó tanto al saber que allí ponía que tan solo había 14 h de vuelo desde Barcelona  a Singapur y, en tan solo 14h de vuelo desde el aeropuerto del Prat al de Changí en Singapur, también, le pareció excepcional, de que hubiera cuatro vuelos directos semanales desde Barcelona.
Y sin saber cómo se vio llamando a su amiga Blanca; tenía tiempo suficiente para organizar el viaje, que extrañamente le había fascinado, ante este pensamiento, su rostro se entristece, desde que llegó a Barcelona, y después de un año, que fué el que duró su noviazgo con aquel hombre, que tan solo recordaba su mirada siniestra, no había vuelto a tener contacto con ella. El nunca le permitió fomentar la amistad con nadie pero, ¿ qué fue lo que vio en aquel hombre para llegar a olvidar a una gran amiga?. Después de unos minutos de reflexión, llama a Cáceres, una voz inconfundible contesta y, sin que le diera tiempo a  disculparse, al otro lado del hilo una voz inconfundible para ella, le dice. Sabía que me llamarías algún día. Marta siente ante aquellas palabras de amistad sin reproches, cómo su corazón se encoge y, tan solo le dice: Blanca he proyectado  un viaje ¿te gustaría acompañarme?
Una semana después las dos amigas juntas emprenden el camino hacia el aeropuerto del Prat, allí sacan un pasaje de clase Business. Una hora después son llamadas para el embarque, habían elegido la aerolínea con la tripulación más moderna y mejor preparada del mundo, llamada  las—Singapores  Guerls---estas líneas estaban creadas para viajes especiales que consistía en tener la más alta técnica del lujo. Las dos ilusionadas se olvidan de los problemas pensando que aquella travesía de altos vuelos les proporcionaría sorpresas agradables.
Al entrar en la nave, las dos miran deslumbradas, dentro, los asientos de color verde mar invitaban al relajamiento, eran tan grandes que se podían utilizar como camas, aquella nave les aseguraba poder soñar durante el vuelo, al encontrarse cerca del cielo.
  Llegan a la ciudad, un coche del hotel donde se van a hospedar las recoge en el aeropuerto que las conduce al Mandarín Singapore. Aquel hotel fue elegido por ser diferente, de todos los que vieron en él folleto. Ya, en la puerta y antes de entrar admiran su arquitectura que luce esplendorosa en forma de un gran abanico, en el exterior un precioso jardín se mostraba imponente custodiando el edificio, todo parecía que incitaba a dejarse mimar.
Cuando recorren la habitación de una decoración indescriptible de belleza y buen gusto, deciden ir a la piscina para mitigar el calor, aún quedaba tiempo hasta la hora de la cena. Una camarera las conduce, hacia las piscinas, se acomodan en sendas hamacas, siendo obsequiadas con toallas, cremas solares, refrescos y hasta, la prensa en español…sin duda si existiera el paraíso, estaban seguras estaba allí.

.... continuará

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