miércoles, 5 de noviembre de 2014

La experta en finanzas (2ª parte)



Interrumpe sus pensamientos al escuchar un gemido, parecía que no estaba sola en aquel castillo, pero no podía hablar, tenía que sujetarse la lengua con un dedo hacia abajo para poder respirar mejor. Coge una piedra, empieza a dar golpes pero nadie le responde, poco después vuelve a golpear la pared pero con una piedra  más grande, entonces cree que ha tenido respuesta su llamada, aguza el oído y de repente, ante sus ojos, ve cómo una figura de  hombre vestido con harapos se sienta en el brocal del pozo donde ella se encontraba, iba a gritar cuando se da cuenta que en su mano derecha enarbolaba un pendón deshilachado, no podía creer lo que estaba viendo, con el cuerpo pegado a la pared a consecuencia del miedo ve llegar la primera claridad del día.
Después de pensar en las posibilidades que tenía para salir de allí, decide trepar sujetando sus pies y manos entre la oquedad de las piedras salientes pero el primer intento es fallido, las manos le sangraban, los pies descalzos se resistían a seguir trepando, poco después y al ver que no había otra manera de salir, vuelve a intentar la escalada Cuando le faltaba medio metro para alcanzar el brocal oye unas voces que le parecieron que se dirigían hacia el otro extremo de donde ella se encontraba, Anna piensa que quizás iban a ver al dueño de aquellos quejidos que ella escuchó, poco después silencio. Anna espera unos momentos prudencial, ya sabía dónde poner los pies y las manos para sujetarse y poder salir de allí, minutos después consigue alcanzar el brocal, sale con cautela, se pega al muro, necesitaba estudiar dónde se encontraba y cuando cree que ha encontrado la manera de llegar a la puerta de salida, de nuevo aparece ante ella aquel hombre enarbolando un pendón, pero se pega mucho más a la pared, aquello no era un hombre, era un espectro. Anna contiene la respiración, se estaba acercando a ella cuando de nuevo pudo oír otro gemido y el espectro o lo que fuera, le hace señales para que lo siga. De nuevo atraviesa aquel patio sembrado de ortigas, aquel hombre o aparición se para ante un hueco, era una puerta pequeña y tan baja que tuvo que agacharse para poder entrar, ante ella aparecen unas escaleras cubiertas de hierbajos secos que parecían conducir a algún sitio. Cuando caminaban por un pasillo estrecho, oye su nombre, Anna siente que no puede dar un paso más, el terror le impide moverse, el espacio lo invade la oscuridad y cuando sus ojos empezaban a acostumbrarse a la oscuridad misteriosa después de haber atravesado el patio del castillo, ve sorprendida que el director de su banco se encontraba arrodillado ante una pirámide de pequeñas dimensiones. A sus pies unos cuantos billetes de un dólar, no sale de su asombro, ¿qué hacía el director del banco allí? Y ¿qué hacía cerca de él aquel fajo de billetes de dólares americanos?
Anna  apoya su cuerpo con desmayo  en la pared, no puede creer lo que está viviendo, estaba ante un rito masónico. De nuevo alguien pronuncia su nombre, esa voz cree reconocerla, pero la duda le hace temblar, no podía ser, todo lo que le estaba pasando era sólo un sueño de los que jamás al despertar se quiere recordar. El hombre que llevaba el pendón, se arrodilla junto a la pirámide, mientras tanto se va despojando poco a poco de sus raídas vestiduras y ante ella aparece un caballero, en unos minutos aquella sala se llena de caballeros, era el momento elegido para colocar la llamada piedra angular, que según pudo comprobar poco después estaba llena de simbolismos.
A la señal del que parecía el jefe, los caballeros empiezan a hacer un círculo alrededor de Anna, ella se asusta, no entiende el papel que pueda representar en aquello que parecía una obra teatral.
El maestre, se dirige a ella, y pone en sus manos un cartapacio con un billete de un dólar, en el centro del dólar una pirámide, Anna empezó a comprender,  no era sólo un dólar si no el símbolo masónico.  Anna pierde la noción del tiempo cuando uno de los caballeros, dice: “Ha llegado la hora, hoy es siete de agosto”.

Continuará...