sábado, 27 de febrero de 2016

Las torretas del jardín (final)

Pero Anna nunca llegó a saber el entramado o chanchullo  de aquella herencia para que llegara a ser propiedad de su familia.
A pesar de haber sido todo dentro de la  legalidad, seguía habiendo algo confuso que Anna no llegaba a descifrar, sin duda todo aquello había sido perfectamente calculado esperando tal vez a que llegara el momento oportuno para que se hiciese uso de ella.

Los recuerdos se pierden en el laberinto del camino, quizás por esa razón Anna no volvió a recordar  que un día estuvo allí disfrutando de un jardín exuberante y que nunca se le ocurrió pensar que alguien cada día lo tenía que regar para que aquel jardín hermoso y misterioso pudiera mantener  su lozanía.











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