lunes, 22 de mayo de 2017

El Símbolo; final


Poco después las dos nos sentamos en el suelo, ya no esperábamos descubrir  nada más, habíamos perdido la noción del tiempo, sólo reaccionamos cuando de nuevo nos encontramos solas y, sentimos  la humedad en nuestros traseros.
Pero por mi parte, no le dí importancia el sentir mojado mis pantalones del chándal; para mí  era algo mucho más importante y profundo porque, allí en una de las esquinas de aquella oquedad, vi cómo me extasiaba  algo que me hizo pensar de nuevo, ante mi tenía unos símbolos tan antiguos que nada menos  representaban,el Crismón o el Cordero que era la cruz de Costantino, sin lugar a dudas era el símbolo más representativo de los cristianos antiguos al contener ésta las primeras  letras de la palabra (Cristo),
 Andréa cree estar soñando, pues también se significaban de manera extraordinaria las letras griegas Alfa y Omega   signos que eran anterior a la cruz de Jesús.
¿Qué nos estaba sucediendo? Nos miramos aturdidas, y asustada así la mano de mi amiga, y, le dije.
Te das cuenta que en cualquier lugar de la tierra se puede encontrar una fracción o quizás menos de una pequeña fracción del pasado, y aquí ante nuestros ojos tenemos algo que siempre estuvo latente en el mundo, que es un pasado del que también de alguna forma y manera todos formamos parte entre ellos nosotras. Estas señales nos quieren decir que no necesariamente se necesita tener voz para hablar, para entenderse.
 Este hallazgo nos lo demuestra.
Anna con buen humor se atrevió a decir, lo que acabas de decir es algo así como lo que estamos viviendo con Internet; yo no pude más que reír de buena gana, Internet es muy diferente a esto de lo que estamos hablando, pues estoy segura que algún día morirá para ser sustituido por otras nuevas tecnologías, mientras que estos símbolos que estamos admirando, siempre serán eternos a pesar de la evolución de la vida, porque  ellos siempre nos dirán la verdad de la historia.
De repente un torrente de agua empezó a caer por las grietas de la cueva que al instante la inundó, agarradas a unos de los taburetes de corcho, la corriente nos arrastró con su virulencia hacia el Mar Negro, y cuando nos encontrábamos exhaustas y a punto de ahogarnos, una barca con el signo de la cruz nos rescató de una muerte segura, cuando retomamos la conciencia nos vimos frente a frente con nuestros esposos.
Con ellos navegamos nueve días con nueve noches, y cuando al final de aquella pesadilla pudimos llegar a la orilla, nos apeamos de aquella barca, caminamos un trecho. Entonces solo supimos que habíamos sido elegidos, por carecer de vanidad, y también por creer que siempre hay que seguir los designios del Señor y, que al dejarnos que nos asomásemos a ese pasado y dejar que leyésemos  los signos antiguos, nos quiso decir El Creador, de que no es bueno que la sociedad sea Antropocéntrica, pues, con su sobérvia puede atraer de nuevo otro diluvio Universal y, si llegara a suceder, después no quedaría…
 NADA
Una vez en casa, sentada junto a mi esposo, lo miro, enarqué las cejas cuando contemple su rostro dormitando, quizás hice ese gesto, porque sabía que él no iba a percibirlo...
 Me acomodo a su lado, entonces me pellizco un brazo, enseguida reaccioné, y pude comprobar que solo unos pocos elegidos pueden ver lo que les depara el destino.





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