domingo, 31 de marzo de 2019

El barro 1º Parte


La boda fue fantástica, más animada de lo esperado. Escribía Anna  en su diario mientras volaba con su reciente esposo  hacia Mesopotamia, se sentía feliz, estaba a punto de realizar su sueño, mientras tanto, los recuerdos le afloraban a cada instante, su esposo parecía sentirse cómodo porque dormitaba  plácidamente con el antifaz puesto.
Como quedaba una hora aproximadamente para aterrizar en el aeropuerto internacional de Bagdad, Anna saca de su bolso una libreta  donde tenía apuntado todo lo que quería visitar.  En las primeras notas había hecho  una reseña que creyó era interesante recordar para cuándo hiciera  el recorrido  que tenía previsto hacer.
En la libreta tenía anotado que las primeras ciudades de la historia de la civilización  comenzaron en Mesopotamia, su desarrollo estuvo ligado íntimamente con el más humilde material que se puede llegar a imaginar ”EL BARRO” Todo parecía haber comenzado al descubrir una montaña de arcilla  que fue la que dio luz verde al comienzo de la construcción del primer  edificio que llamaron Zigurat, este hecho surgió ante la necesidad de preservar  las cosechas en los tiempos adversos, también se guardaba allí como la contabilidad  y bienes de la ciudad. Todo comenzó desde el momento en el que supieron  moldear el barro, y que de sus manos comenzaran a salir unas láminas tan finas que llamaron  tablillas, que fue  dónde se empezaron a  anotar  los avances y sucesos acaecidos  en la ciudad.
Anna cierra el cuaderno de apuntes, indolente  se recuesta y cerrando los ojos se quedó profundamente dormida. La voz de la azafata la despierta, señora hemos aterrizado, Anna la mira como si hubiera visto un fantasma.
¿Se encuentra bien? Le dice la azafata que la miraba con preocupación.
Entonces Anna pregunta. ¿Dónde está la gente?
La azafata le obsequia con una sonrisa fingida mientras le dice, todos han salido de la nave.
¿Y mi esposo dónde se encuentra?
Lo ignoro señora, sólo quedamos dentro de la nave usted y yo.
¿Entonces mi esposo también ha salido? Ya le he dicho que sólo quedamos las dos, respondió la azafata.
Pero Anna insistió, puede que se encuentre en el baño.
No, contestó contundente, por favor tiene que bajar el avión ya tenía que encontrarse en el hangar para su revisión.
Anna pregunta de nuevo.
 ¿Sabe si nos encontramos en Uruk, bueno en Irak, si, si lo que quiere decir es que si se encuentra en Mesopotamia? Verá dijo Anna antes de que la azafata respondiera, es que en mis apuntes tengo anotado  que Mesopotamia es tierra de dos ríos que son, el Éufrates  y el Tigris?
La azafata la mira desconcertada ¿Habría perdido aquella mujer la cabeza? Pero Anna seguía insistiendo, parecía querer ganar tiempo a que su esposo apareciera, Anna sigue haciendo preguntas como si no hubiera escuchado lo que le decía la azafata, mire, aquí en mis apuntes dice  que Mesopotamia en griego quiere decir “Tierra de ríos” Sí señora, así lo dice la historia, le contestó a Anna la azafata un tanto airada. Anna al ver que se estaba acalorando y que el tiempo de espera a que llegara su esposo había acabado con la paciencia de la azafata por último volvió a insistir de que su esposo debía estar dentro del avión.

Al levantarse  ve en el asiento un trozo de papel, lo coge, era una nota escrita de puño y letra de su esposo, nerviosa la lee. Cariño siento que el viaje no haya salido cómo lo habíamos planeado, por lo tanto te pido  que busques otro alojamiento lo más alejado posible del que teníamos concertado, puede ser peligroso para ti por las circunstancias en las que me encuentro. 







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