sábado, 29 de enero de 2022

¿Es ciencia o ficción? 1º Parte.


¿ES CIENCIA FICCIÓN? 

 

 

 

La Ciudad Monumental de Cáceres, es un recinto totalmente delimitado al encontrarse amurallado, este recinto exprime la historia sacándole todo su jugo a un pasado que  cuenta sin palabras mucho más que su pasado. Pues cuando te adentras en ella tu mente, tu alma, se transforma al caminar por sus estrechas y recoletas plazuelas, entonces tus oídos comienzan a escuchar leyendas y romances de esa Edad Media que pasó, pero que nos dejó esa huella que suelen dejar los abuelos a sus nietos, haciendo que se haga presente el mundo antiguo en tan solo un recorrido por esas callejuelas, pues al pisar esos cantos rodados, sientes que algo intangible subyace muy en el fondo de esta ciudad, lo sabes porque  se siente su latir, que palpita de sus paredes y piedras que todas ellas en sí son las que hacen que rezuma la historia, que a pesar de ser muy antigua se hace notar a pesar de los siglos, cómo cuando se siente algo especial al rozar con tú brazo alguna de sus paredes, sientes que has acariciado algo imperecedero, y estas paredes en agradecimiento suelen hablarte muy quedo, espera, no tengas prisas en este caminar, porque quiero contarte una historia que pasó y, que me gustaría que tú la supiera.

Sebes que aquí vivieron muchas familias que más tarde consiguieron blasones y apellidos ilustres al tener intrincadas luchas ferocidad por obtener el poder de un señorío que gobernar. Pues te hablan de cuando los comerciantes utilizaban esta Villa como tránsito de norte a sur de la Hispania, estos comerciantes eran ricos pues solían transportar plata, cobre y también la casiterita que eran los componentes del bronce, la consecuencia de  este trasiego hizo surgir la que hoy es llamada vía de la plata, pues estas caravanas se dirigían hacia el valle del Guadalquivir, por supuesto pasando por Cáceres. Siendo esta la consecuencia de que hubiera muchas y muy enconadas disputas entre los avaros comerciantes por hacerse con la plata.

Por aquel entonces, Cáceres como pedanía se fue forjando como ciudad, que, por cierto fue y  sigue siendo un misterio, que solo sus muros saben muy bien guardar, pues nadie supo el motivo de sus disputas constantes, pues había negocio para todos, pero en medio de tanta rencilla entre vecinos, más tarde se realizó el milagro del entendimiento entre las diferentes culturas que fueron pasando, y que algunas de ellas se  quedaron testimonialmente en la ciudad. Se sabe por los testimonios que quedaron  entre sus grises paredes que hubo muchas traiciones entre los vecinos, logrando que estos primitivos moradores con su gran temple, convencidos de que la violencia es mala para el flujo del comercio, decidieron convivir en paz.

 Entonces yo como narradora de esta muy antigua pero que sigue muy actual al convertirse en leyenda, pienso que al lector se le puede antojar algo rara, pero tal como lo cuento aconteció.

Las pétreas paredes, saben de muchas cosas que pasaron y, que guardan para sí hasta que llegue el momento de salir a la luz. Por esa razón  al pasar junto ellas sientes la sensación que estas palpitan al ritmo de tu corazón a cada paso que das. Esas mismas paredes, un día, mientras caminaba por una de sus callejuelas, pensando en cómo sería la vida en aquellos tiempos, donde todo (como siempre ha sido y será) el ser humano, necesita quedar sus huellas de su paso por la vida.

Aquel día cómo ya he dicho, caminaba por una de las claustrofóbicas callejuelas, cuando pude oír un siseo, vuelvo la cara, pero no vi a nadie, entonces intrigada dirijo mis pasos hacia la puerta de uno de los palacios de los que se prodigan por este entorno, que al encontrarme su puerta abierta asomo mi cabeza para contemplar aquel palacio por dentro, y también para averiguar si ese siseo había salido de aquel zaguán, aquella tarde recuerdo era luminosa, y lucía el sol, pero aquel zaguán parecía no querer saber nada  ni con el sol, ni con la claridad del día, pues se encontraba en penumbra, al fondo del zaguán, pude ver una puerta enrejada que daba paso a un precioso patio que se encontraba  rodeado por diez columnas dé estilo Jónico en el centro un pozo con el brocal tapado con un enrejado de hierro.

No pude por menos de sorprenderme al comprobar que la puerta que daba acceso al patio se encontrara también abierta, entro con sigilo por si estuviera cerca el portero de la casa, pero no vi a nadie, entonces me vi convertida en uno de esos turistas que lo curiosean todo para después poder contar lo que han visto en sus viajes y, me adentré hasta acercarme al pozo, en ese momento volví a oír el mismo siseo que había escuchado en la calle, en esta ocasión venía del fondo del pozo, intrigada me acerque al brocal, y sorprendida pude ver una mano que asomaba por el enrejado que me indicaba que me dirigiera  hacia una pequeña puerta ojival, cuando llego a ella, ésta se abre, entro, ante mí un pasadizo estrecho de techo abovedado de cañón, allí todo era oscuridad, hasta que vislumbré una pequeña tea en el fondo del pasadizo, camino hacia ella, allí de súbito me encontré con un etrusco salón donde parecía haber una asamblea, espero dudosa unos instantes antes de posicionarme para no ser vista por los que parecían ser caballeros, en aquel escenario en esos momentos, uno de los caballeros que tenía la palabra se encontraba diciendo, nadie debe saber que existimos, y mucho menos que salga a la luz nuestras intenciones ocultas.

 Yo escuchaba incrédula, pero ante las palabras del ponente todos parecían estar de acuerdo,  hasta que uno de ellos, en un impulso, se puso en pie, dio dos pasos hasta ponerse en el  centro del salón ante el asombro de los reunidos, con soltura se quitó la armadura, y  ante ellos apareció una figura de mujer, la asamblea enmudeció ante aquella insólita presencia,  habían sido burlados  por una mujer.