martes, 24 de marzo de 2020

La justicia de Dios no es ciega

La justicia de Dios no está ciega

Esta es una historia que hace no mucho tiempo aconteció, y yo os la voy a contar tal y como me la contaron a mí.
Las mujeres de los indianos, que en este caso era una peruana de piernas estilizadas ojos claros y rasgos bien definidos, tan hermosa que al mirarla creías estar contemplando una diosa egipcia, pero la verdad es que en la intimidad para su esposo era invisible, ella de nombre Isabel, sabía mejor que nadie como era su esposo, pues se enamoró de un español que solo se vanagloriaba de haber amasado una fortuna.
Desde hacía un  tiempo, Isabel sospechaba que su esposo deseaba regresar a España, pues intuía que lo que más le atraía era el poder pavonearse de lo que había conseguido allá en ultramar.
Y por esa razón quería volver a su tierra natural, el Trujillo extremeño.
Una mañana luminosa peruana y cuando Isabel se encontraba en su casa situada en el punto más alto  del llamado Huascarán---en la cordillera blanca—región amazónica-- Javier, creyó que con la noticia que le iba a dar a su esposa, sería una sorpresa para ella, pues le iba comunicar su proyecto un proyecto que hacía tiempo tenía en mente, pero ella desde hacía tiempo intuía que deseaba volver a sus raíces.
 En realidad para Isabel era la primera vez desde que se casaron que su esposo le hacía partícipe de sus anhelos, Javier en su disertación explicativa le habló de cómo sería el traslado del personal de servicio hacia España, ocupando de esta forma casi una hora de su precioso tiempo. Para al final no decir nada, tan solo que había comprado una propiedad en los alrededores de Trujillo de donde procedían sus antepasados, y que había mandado construir una casa la cual ya estaba terminada y esperando para ser ocupada.
Isabel que era una de esas mujeres  que no le gustaba discutir con su esposo, no por sumisión, pues solo pretendía con su actitud, mantener la paz en la familia.
Poco después este proyecto era comunicado al servicio.
Mientras tanto en medio del bosque lejos de todo, una mujer despechada al enterarse de lo que quería hacer su amado Javier, hizo un conjuro para que no pudiera salir del país.
El proyecto siguió en marcha, y se comenzó el preparativo de los equipajes.
La familia al ser tan numerosa, tardó unas semanas en ponerse de acuerdo, pues la familia estaba constituida por cuatro hijas  y tres varones todos ellos en edad de, no entender nada.
 Organizado el viaje, algunos que constituían el servicio quisieron seguir con ellos, por lo tanto, el séquito se componía por dos cuidadoras, una cocinera, varios criados y, por último se agregó una persona más que por su aspecto de desamparo, lo acogieron para el servicio de la limpieza, para  Isabel su aspecto desaliñado, le causó pena, y aceptó que se sumara al cortejo de la familia.
El viaje por supuesto era largo y penoso al ser muchos miembros. Una vez llegaron al Pacífico y embarcaron todo parecía ir sobre ruedas,
Pero Isabel tuvo una premonición desde que acogiera a aquel ser desaliñado que lucía una coleta tan despeinada que parecía un mendigo, poco después tuvo la sensación que no era el ser que aparentaba  ser por su humildad exagerada. 
 Ya en alta mar y encontrándose alejados de la tierra, notó algo extraño, pues en sus oídos seguía oyendo el zumbido  de los insectos, mientras que en sus fosas nasales creía seguir percibiendo  la fragancia  de los árboles de su tierra natal.
Todos parecían felices, los niños iban a conocer la madre patria, todos eran miembros de una sola familia. Camino de Portugal, el Atlántico se puso furioso, propiciando algunas bajas entre los criados, después de un motín a bordo, en aquel infierno los días se hicieron interminables.
Un amanecer divisan las costas portuguesa, el mar se encontraba en calma, pronto se encontrarían en Extremadura.
Una vez en Trujillo enfilan la carretera comarcal que lleva al monasterio de Guadalupe, uno de los desvíos los introduce hacia una calleja perfilada por una tosca pared de piedra, el pavimento al ser rústico los guijarros se encontraban sueltos que hacían dar saltos a los ocupantes de los vehículos. Los niños gozaban con el movimiento inestable del coche, después de recorrer unos tres kilómetros y justo al llegar a un recodo del camino, la comitiva se para, entre las encinas apareció una enorme casa que parecía sacada de un cuento de hadas, sin dudas era en CASOPLÓN.
Al llegar, Isabel no tuvo más remedio que aceptar el entorno donde se encontraba enclavada la casa, era preciosa, el acceso impresionaba, pues estaba dotada de una gran terraza rematada con una balaustrada de piedra trabajada, el acceso a la entrada principal había unas escaleras palaciegas que anunciaba lo adinerado que era el dueño de la casa.
Dos guardas custodiaban la casa noche y día.
SEGUIRÁ





sábado, 21 de marzo de 2020

No hagamos tonterías


NO, HAGAMOS TONTERÍAS


Desde mi ventana atalaya improvisada y necesaria para mí en estos días que nos ha tocado estar confinados en casa como si hubiéramos cometido un delito.
Pero en realidad, algunos de nosotros no lo hayamos cometido, pero pagamos las consecuencias de los que sí lo cometen no cumpliendo con las reglas establecidas. Estas personas creen que a ellos no les puede pasar nada, se creen sanos por poseer cuerpos atléticos, pero esos cuerpos puede que estén más enfermos que los que no hacen tanto deporte,  pues algunos de ellos escasean la comida para mantener sus cuerpos sin un gramo de grasa.
 Pero esos precisamente que se creen sanos y que desoyen las advertencias de las autoridades, son los que infectan a los ciudadanos, a  esos que salen a la farmacia, o a la compra.
Por esta razón quiero expresar mi desagrado a esa mujer que durante unos días la he visto correr luciendo cada día un atuendo deportivo diferente y que por favor no piense  solo en la figura que desea lucir este verano, pero que sí piense que con su actitud  nos está  exponiendo a todos a que enfermemos.
Es algo que no se puede tolerar, ya que todos tenemos que contribuir a que esta pandémia se  elimine de todos los países que la padecemos.
Aunque quizás a esta desobediente mujer estos ejercicios no le sirvan de nada, pues si seguimos en la desobediencia, llegará el verano y seguiremos sin poder salir a la calle o al menos no podremos bañarnos en las piscinas.
Hace dos días que no la veo, espero que le hayan dado un toque para que con su osadía no nos ponga los dientes largos a aquellos que llevamos días desde que comenzó esta locura.
Sabemos que esto es transitorio, pero tenemos el deber de ayudar a los sanitarios con nuestra obediencia a que no caigan exhaustos después de un agotador trabajo.
Pues no es que se merezcan los aplausos, merecen que no les carguemos de una excesiva responsabilidad en su trabajo.
Por lo tanto tenemos que cuidarnos nosotros mismos, y con este gesto nos cuidamos todos.
 



jueves, 5 de marzo de 2020

Día de la mujer

8 DE MARZO DÍA DE LA MUJER

La verdad es que me sorprende, que para todo haya un día a destacar, es como si estuviéramos viviendo de una forma y manera donde todo se convierte en algo superficial, tanto como para llegar a  decir en cualquier momento que es el día del gato, sí,  ese gato que tenemos  que al  llegar a casa  nos hace arrumacos para que le prestemos atención.
Todo esto lo paso, pues son las normas que nos son dictadas cara a la galería, que para mí, no son precisamente de convivencia.
Por lo tanto hoy  me toca destacar como debe ser,  preferentemente a esas mujeres  que con su sapiencia y sacrificio supieron ensalzar hasta  lo más alto a la mujer, ostentando merecidamente el título de celebridades por su buen hacer---que no discuto sea loable—Pero yo hoy quiero en este sonado día ir por otros derroteros, hablar de otra clase de heroicidades que son anónimas, pues me duele que las mujeres nos hayamos metido en ese bucle de la parafernalia que desde unos años nos dicen que se conmemora, pero yo creo que es  para que la mujer no se enfurezca con según qué tratamientos,---qué idiotez—pero nos olvidamos  que aún hay mujeres que reciben en sus lugares de trabajos vejaciones solo por ser mujer y demostrar tener más inteligencia que su superior, siendo  denostadas y a veces despreciadas solo  por su alto conocimiento de la materia con la que trabajan y su buen hacer.
También hay que recordar a aquellas que por amor y para formar una familia abandonaron sus ilusiones y sus sueños, como ser enfermeras, maestras etc. Profesiones innumerables para las cuales tenían un gran potencial, pero que decidieron aparcarlas en sus vidas para dedicarse a otra profesión no menos importante como la de educar a los hijos para que éstos  formaran parte activa de la sociedad.
Este sacrificio, abnegado han hecho que envejezcan sin saber que cada día es necesario darse cremas en la cara para no envejecer prematuramente.
A este sector de mujeres admirables, ningún consistorio de ningún pueblo se les ha ocurrido imprimir en una placa en una plaza con el nombre de una de estas mujeres que “rece” gracias por tu sacrificio, y tu colaboración por haber creado una familia digna.
 Por lo tanto, para muchos, no es ninguna heroína.
Puede que sea una de las razones que al ser anónimas, cuando llegan a la vejez, recuerdan con nostalgia que un día fueron bellas. Mientras esas autoridades, que se han visto nutridas por el sacrificio de esas mujeres, olvidan que les han regalado el buen hacer de sus hijos, con sus sacrificios, y ahora en la vejez, se ven  abandonadas dejándolas a su suerte, ante una sociedad que parece inmunizada para demostrar amor al prójimo.
 Porque en el ocaso de sus vidas ya marchitas, muchas de ellas por el azar de la vida no tienen donde guarecerse para poder descansar sus cansados huesos, pues al parecer son invisibles ante la sensibilidad de aquellos que tienen en sus manos el de resolver este gran problema como el de hacer asilos para que no estén solas  muchas de estas  “heroínas” que al ser anónimas se sienten olvidadas de la sociedad, que solo se preocupa de ñoñeces, como el de si las jóvenes visten o no visten minifalda.
Y yo me pregunto ¿Acaso  estas mujeres no se merecen el mismo respeto que cualquier otra mujer que haya sido exitosa?
Pues deseo poner en conocimiento a quien corresponda, que no hay suficientes asilos para que estas mujeres valientes y trabajadoras no se sientan abandonadas y  puedan espera la muerte con dignidad.
 Espero que este tan sonado día sea efectivo para todas aquellas mujeres que de verdad necesitan de nuestra ayuda.