miércoles, 5 de febrero de 2020

Fue acaso un sueño 1º Parte

Anna fue una de esas niñas que cuando iba a visitar a sus abuelos al pueblo de Madroñera, su ilusión era la de subirse a las ramas de los árboles  de la huerta de su abuelo, pues siempre tuvo el sueño de cómo alcanzar las estrellas.
Se hizo mayor, fue al colegio destacando por su aguda inteligencia cuando se trataba de estudiar Astronomía y Arqueología, más tarde destacó por sus estudios de la interpretación de los signos y símbolos egipcios.
En su apartamento puso en un sitio privilegiado una ilustración del llamado Bestiario de Ashmole, se trata de un árbol que muestra un par de criaturas fantásticas, que muerden a unas palomas posadas  en el árbol, este árbol se denomina de la Vida, simbolizando lo universal, la existencia cósmica que nos habla del cielo y lo eterno,  la vida y la muerte.
Ella era así de especial, mientras su destino  era el de esperar, siempre esperar, la verdad es que no sabía el qué. Así transcurrió  su adolescencia sin apenas darse cuenta. Un día y cuando abrió el buzón de correos, se encontró sorprendida al ver una invitación, era para su sorpresa de aquel joven que conoció hacia aproximadamente un año, pero que desde ese mismo instante en que lo vio  fue para ella algo muy especial.
Todo comenzó cuando fueron presentados una noche de verano donde se celebraba en un castillo hotel  una de las bodas más icónicas, pues el enlace era de un magnate americano con una de las actrices más populares del momento, la cual al ser la novia cacereña Anna había sido invitada, por haber sido compañera de colegio, manteniendo desde entonces una amistad entrañable, por lo que aquella invitación tenía para Anna  connotaciones muy especiales, pues el destino quiso que en esa boda encontrara a el hombre que le robó el corazón.
Aquella noche, una vez que tuvo en sus manos la invitación y desde ese momento ya  no pudo dormir, pues en su duermevela, comenzó a tener sueños extraños, enervantes, pero al despertar, como si se tratara de un embrujo su cabeza no parecía afectada por aquellos sueños.
En realidad desde que conoció a aquél hombre, todo comenzó a ser para ella nimio, insignificante, y ante esta ansiedad que sentía despertó en ella un deseo incontrolable de realizar cuanto antes un viaje por Egipto pues más que una ansiedad lo que en verdad la intranquilizaba era una necesidad que no incontrolada.
Enseguida comenzó a planificar lo que sería su viaje, la ropa que iba a necesitar algún folleto que le informara  sobre  lo que estaba  visitando, lo más importante ya que iba a conocer Egipto in situ.
Llegó el tan ansiado día, y el viaje desde Cáceres a Madrid  fue para ella  un viaje donde las incógnitas se mezclaban con la curiosidad.
En el aeropuerto Madrid-Barajas, le indican que tiene que esperar en la sala Bic, hasta ser llamada, pues viajaría en un avión particular  por gentileza del esposo de su amiga.
Una vez dentro de la nave, Anna cuenta más o menos que los que iban a viajar serían contando la tripulación unos doce, el viaje transcurrió como un sueño hecho realidad, para entretenerse Anna jugó una partida de ajedrez muy reñida con una chica colombiana, otros contaron chistes, y todos terminaron contando anécdotas de viajes realizados.
Una vez llegaron a Egipto fueron recogidos por dos automóviles que les llevaron hasta un embarcadero del Nilo, allí les esperaba una embarcación construida en madera y papiro, Anna nada más pisar la embarcación supo que había comenzado la aventura de su vida, y como no quería perderse nada se situó en la proa, y cuando se encontraba contemplando la imagen majestuosa de la pirámide de Guiza, en su contemplación creyó ver una máscara que se interponía entre el monumento y ella, agudiza la vista y sorprendida  reconoció la máscara con la que enterraron al faraón Tutankhamón, le pareció tan extraño que pensó era una sugestión producida por el ambiente, de repente la barca comenzó a zozobrar, su balanceo era tan violento  que parecía iban a volcar.

Anna presiente que algo grave les podía pasar pues la barca se hacía paso entre la niebla como si el papiro con la que estaba construida se estuviera rajando.
 En esa parte del río Nilo no se veía ninguna embarcación, de repente el río es engullido por una densa niebla, la situación era molesta, pero para el barquero  parecía mucho más grave ya que comenzó a dar voces pidiendo ayuda, la situación parecía agravarse, de pronto la barca hace una parada brusca, era como si se hubieran dado un golpe con algo invisible , aquel algo sin dudas pensó Anna podía ser un muro que al  no poder pasar la barca podía ser impenetrable.



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