de la selva que cuando se
encuentran en peligro, acaparan con avaricia todo lo que pueden aunque sepan
que no tienen escapatoria.
En su observación y ante la forma
de comportarse de estos individuos de la llamada clase política, se vuelven
desalmados, urdiendo artimañas para hacerse con el poder, sin respetar la decisión
de los pueblos, a pesar de que éstos
emitieran su voto, sólo para darles beneplácito para que pudieran implantar el bienestar de todo un pueblo, pero estos incompetentes, en vez de cumplir sus promesas solo se jactan de su poder, cuando es de todos sabido que sólo desean con su ambición desmedida el poder, para enriquecerse, sin pensar que los
ciudadanos de a pie no son tan tontos como ellos piensan y, que saben lo que es
el bien para una comunidad.
Uno de ellos, parece escuchar un
ruido se acerca a la ventana, mira hacia fuera, Anna al percatarse de que
quizás la habían visto, sale corriendo entonces encuentra una pequeña puerta
tapada por zarzales que se encontraba escavada en la montaña, sin pensarlo se
adentra en ella, pues intuyo podía ser
perseguida.
El techo de aquel túnel tenía la apariencia
de un refugio, pues era tan estrecho y bajo, que le hizo caminar con la espalda
encorvada, en realidad era demasiado estrecho, porque en su avance empezó a
sufrir una angustiosa claustrofobia que
llegó a serle insoportable.
Mientras se arrastraba por aquel
estrecho agujero, pensó sonriendo…
Qué dolor de espalda deben estar
sintiendo estos estirados hombres al perseguirla y, con ironía dijo en voz alta
¿Les será fácil para estos delincuentes
de guante blanco doblar la espalda?
Anna seguía con su loca huida, y
entonces pudo ver un foco de claridad en el fondo que le hizo precipitarse
hacia donde creyó podía ser una salida, pero cuando se acerca a aquella
abertura que parecía dar salida a campo abierto, sus pies se quedan clavados en
el suelo, se para en seco, se agacha, pues necesitaba saber qué era lo que
había pisado, para que se quedara pegada al suelo inmovilizándola. Entonces ve
que sus pies se habían quedado justos a la orilla de un precipicio que daba a
una escarpada pared vertical.
De pronto empezó a oír voces,
aquel grupo de delincuentes parecían estar a punto de alcanzarla sus voces eran
voces enloquecidas devoradas por la avaricia, en su locura parecían desconocer
el peligro que les acechaba pero era más fuerte para ellos el no ser
descubiertos, porque en su precipitada carrera no se percataron del precipicio
que les esperaba y que si caían en él lo más probable era que este accidente
acabara con sus ambiciones. Pero ellos ciegos y presos de la avaricia fueron cayendo uno a uno al vacío.
Anna contemplaba sus caídas
escondida un pequeño saliente de una roca, de pronto y ante sus ojos el campo
se inundó de una claridad que casi eclipsó el horizonte, todo como por arte de
magia desapareció, pues aquel túnel se derrumbó sobre el precipicio que hizo
que se borrara toda prueba de que allí habían perecido unos hombres ambiciosos
y sin escrúpulos.
Unas gotas de sudor empezaron a
emanar de la frente de Anna que quizás si se hubiera encontrado en otras
circunstancias este sudor se hubiera convertido en reflejos de plata a la luz
de una plácida lámpara.
De pronto siente cómo una mano se
posa en su hombro que le hace volver a la realidad, sonríe se encontraba dentro
del coche.
No entendió nada de aquella
pesadilla, pero… ¿Y si fuera verdad que aquel acantilado se hubiera tragado a
esos delincuentes que sólo pensaban en medrar? Que con seguridad nadie
les echaría de menos, pues demostraban con su actitud una absoluta deslealtad
hacia la ética establecida. Pero los chorizos y las chorizas dónde algunas-os
llegan hasta a utilizar su cuerpo como reclamo para conseguir sus propósitos
añadiendo extorsiones a todo aquel que no entra
No es extraño que estos seres que
solo se preocupan de alimentar su avaricia, jugando sin decoro con el honor de
sus subordinados a los que se encuentran su servicio, haciéndoles firmar documentos que sólo les
benefician a ellos. O tal vez creen estos jefecillos-as que todo sigue igual que cuando el hombre vivía en
cuevas ¿Se habrán olvidado de que ya no se viste la gente con burdas “pieles”? HÁ pero qué tonta, si ahora lo que lo
que más les mola a estos delincuentes.as es
vestir con trajes de Armani, porque eso es otra cosa.
¿O tal vez estos seres al creerse tan listos y
tan poderosos pueden seguir haciendo trapicheos porque su inteligencia no les da para más al creerse intocables? La
verdad es que al saberse ellos mismos superiores creen que sus subordinados carecen de inteligencia que es de la que ellos carecen, pues siempre se suelen equivocar, pues
la ambición les ciega de tal manera que les pasa cómo al Tío Gilito que sus
ojos sólo pueden ver con los ojos de la avaricia, haciendo con ello el retroceso colectivo de un país, decreciendo hasta crear pobreza. Algo que no se debe consentir, porque ellos con su cabeza hueca, solo se dedican a
fabricarse una vida cómoda a costa del sudor de los demás.
Esta actitud les hace ir contra corriente pues
se equivocan de lleno al olvidarse de que estos pobres hombres y mujeres, que (Cómo
ellos quieren creer) en su absoluta ignorancia que de la historia han
olvidado un relato que después de dos mil años sigue vigente que Hubo una vez,
un pequeño David que con una humilde honda, y de un golpe certero derrocó a un
malvado y poderoso gigante llamado GOLIAT.


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