Corre de nuevo sin
rumbo, aumentado aún más su desvarío, mientras tanto el día se convertía en
noche, en noche cerrada y misteriosa, llega a un arroyo se lava la cara,
entonces echa de menos a los pájaros que parecían haber desaparecido del cielo,
donde se encontraban, todo era silencio, no sabe qué hacer, se sienta en una
peña, y desolada espera, pero no sabía el qué, hasta que de pronto nota que una
mano se posa en su hombro, entonces levantó la vista, y vio a una anciana,
aquella mujer hizo un gesto levantando su dedo pulgar hacia el cielo, con la
intención de que mirara.
Entonces supo que se
estaba produciendo un eclipse de sol.
Pero eso a Terra no le
reconfortó. Poco después, no supo cómo, pero se encontraba de nuevo en su
choza, se sienta en su taburete y cuando
se dispuso a comerse unas algarrobas, apareció ante ella un hombre, alto y
delgado que lucía una larga melena que le cubría parte de su rostro, era un rostro
pálido y ojeroso, que a Terra le pareció un animal depredador que guardaba
oscuros secretos.
No supo cómo pero enseguida se durmió, y en sus sueños solo pensaba que en algún sitio de la tierra
se estaría festejando una fiesta, en sus sueños recordó una foto que
casualmente se encontró dónde dos seres humanos parecidos a ella se mostraban
abrazados. Mientras dormía creyó sentir en su cabeza susurros, y emociones que no supo concretar.
Aquella aparición de aquel hombre, que al saber que sus
tentaciones no serían cumplidas desapareció, dando paso a el día con una luz
cegadora.
Pero ella ignoraba que era una adolescente con sueños he ilusiones, y que a pesar
de encontrarse sola en el campo, en su subconsciente añoraba algo pero no sabía el qué.
Pero de nuevo salió con un nuevo día el sol, que supo iluminar su tortuoso
camino de los sueños.
Poco después y al despertar de su ensoñación, ya nada tenía
importancia para ella, pues sabía que se había inventado una historia solo para
ella misma, narrándose así misma cosas que para cualquiera le hubieran parecido
extrañas. Pues todo ocurrió mientras
era abrazada por su fiel Tom. Una vez
que se vio bajo el techo de un cielo azul, supo que el eclipse de sol había
sido el culpable de que su imaginación,
le dijera que no era buena la soledad.
Esta historia que se inventó Terra, tuvo consecuencias para
ella, pues después de analizar aquellas fantasías, supo sin dudas que aquel día
iba a ser especial, porque tenía entendido que cuando la imaginación es ilimitada puede
llegar a conseguirse todo, pero, como en ella estaban siendo fantasías reiteradas, tuvo la impresión
de que tenían como finalidad algo que su subconsciente anhelaba desde lo más profundo de su ser.
Un desenlace feliz.
Entonces y en el
silencio del campo se oyó un silbido, para Terra este silbido hizo que palpitara
su corazón, de repente, supo que habían desaparecido junto con la oscuridad
que produjo el eclipse todas sus fantasías irrealizables de adolescente, ahora le esperaba vivir una realidad.
Había aparecido ante ella un joven que dijo llamarse Marcos, que con cortesía la estaba invitando a
la fiesta del pueblo.
¿Cómo supo Marcos donde se encontraba Terra?
¿Y cómo se dirigió a ella como si la hubiera conocido de
siempre?
Mientras tanto una suave brisa parecía mecerlos.
Una voz dentro de su interior le decía, conviértete en lo que
siempre deseaste, no pierdas la oportunidad, pues con tu imaginación has creado
un mundo perfecto para ti, aprovéchalo, esta es la única realidad.
El eclipse hizo de intermediario, haciéndole el regalo de la
felicidad añorada.
Siempre después de la oscuridad, nace la luz.
FINAL


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