lunes, 15 de junio de 2020

Conspiración desde las sombras 2º parte

Algo hizo que me interesara de manera especial por lo publicado en aquella revista y, quise saber quienes podían ser estos conspiradores y fundadores poniéndoles nombres y apellidos, pero desistí todo era en vano, pues  estos episodios,  vienen siempre  sucediendo a lo largo de la historia.
 Desde los más  antiguos, a los más  nuevos  políticos, siempre han sabido integrar  en estos grupos a los llamados grandes hombres de negocios, y a los que  pertenecen a las familias de grandes fortunas, pues sin este requisito no se puede pertenecer como miembro de ninguna de estas sociedades secretas, pero que ellos se hacen pasar como si pertenecieran a una familia tradicional.
 Y como vi que no podía dormir ni en aquel tiempo extra que me regalaba el insomnio me permití  hacer una simple selección de los posibles hombres importantes que podían pertenecer a ese grupo elitista  en la clandestinidad, que los  apodé por ponerles nombres, por supuesto todo ficticio, porque  si ellos no lo permiten jamás llegan a ser identificados, por lo tanto yo les llamo “Líderes Mundiales” que no dan la cara pues se encuentran   parapetados bajo un aspecto de total normalidad.
Busqué siglas que pudieran darme la clave para identificar a alguno de ellos, pero algo me dijo, que estas organizaciones secretas su principal virtud es la de la prudencia, la cual les permite hacer lo que quieren a su antojo en las sociedades de las cuales son los AMOS por lo tanto me encontré sabiendo lo mismo  que cuando comencé a leer.
 Nada.
De repente  el despacho se inundó con una luz extraña que comenzó a brillar, busco con ansiedad  ese resplandor, lo encuentro en la librería, que surgía tras uno de los libros de jurisprudencia, allí pude ver un diminuto aparato que parpadeaba  con una potente luz roja, que al acercarme  cesó en su parpadeo, asustada  no me atreví a tocarlo, pero una voz interrumpió en el silencio del despacho, que se encontraba a medio gas.
La incertidumbre se apoderó de mí, me estaban ocurriendo cosas que nunca creí podía estar viviendo, aquella voz que comenzó siendo afable de repente se hizo potente, tanto, que atronaron mis oídos, entonces pude verificar que era la voz del terror estalinista que llamaba a la persecución y al exterminio de los adversarios, eran los voceros de Stalin que con sus panfletos anunciaban el comunismo.
El horror que sentí, hizo que me quedara paralizada, los hombres llamaban a la muerte.
Eran los tiempos en que  se inició una incruenta guerra en Rusia que diezmó el país, tan sólo porque a un demente se le ocurrió tener el control de una nación.
Unos años después, nació otro descerebrado llamado Hitler que hizo que comenzara la incruenta segunda guerra mundial.
Una guerra que se gestó en un entramado de promesas falsas e ilusorias en una tétrica y oscura taberna de un barrio alemán, dando paso a que empezara una de las más atroces  conspiraciones, la llamada Segunda Gerra Mundial
Y qué podemos decir de otros muchos dirigentes que no se conforman con uniformar a su pueblo sí, no, que también exigirles  que los vitoreen cuando deciden asomarse a su balcón luciendo su abultada barriga y  vanagloriarse ante un pueblo muerto de hambre.
Una luz iluminó mi memoria ya sabía cuál había sido el causante de aquel terrible sueño,  sin dudas es algo que no se puede consentirse, al ser solo, los deseos caprichosos de unos cuantos que nos pueden llevar a una nueva catástrofe.
 No sé quiénes  pueden ser, pero se encuentran ahí, entre nosotros vigilando nuestra forma de vida, que a veces, como opresores se nos presentan con piel de cordero, también  les gusta exhibirse en los medios de comunicación  haciendo de benefactores y hasta son capaces de vender papeletas en una tómbola benéfica.
 ¿Pero quiénes son verdaderamente estos personajes poderosos que desconocemos su aspecto aunque los reconozcamos?
 ¿Creéis que en este nuestro planeta, y después de tantos siglos de aprendizaje  podemos permitir que unos dementes con sus fechorías transformen el mundo cuando a ellos les plazca?
Sin olvidarnos que siempre hacen las leyes a  beneficio propios llenando las arcas de sus peculios particulares, por el simple hecho de querer mandar en una Nación.
¿Son acaso demonios que esperan su momento oportuno para dominar todo?
¿Pero, qué ventajas sacan con su dominación? Unos cuantos años oprimiendo según les venga en gana a los incautos ciudadanos, para luego, “qué” esperar como cada todo ser vivo, simplemente, llegar a  una muerte vacía de riquezas que no se pueden llevar.
Mis pensamientos de nuevo se interrumpieron, pues en el estudio se hizo notar un ruido que más bien parecía un rugido, las paredes se tambalearon la mesa corrió como alma que persigue el diablo empujada hacia la puerta de salida bloqueándola, yo seguía inmóvil bajo el efecto de la incredulidad.
Hasta este momento, no se me ocurrió pensar que hoy en día, el mundo sigue encontrándose cómo al principio de los siglos, desconociendo, quienes son los que en realidad nos dominan.
Yo miro hacia mi interior, sé que no parezco la misma, mi cuerpo temblaba como una hoja a punto de caer, pero sabía que no era consciente de la situación en la que me encontraba, sólo me quedaba pensar y en cómo salir del despacho si la mesa obstaculizaba la salida que era  muy pesada para mí.
Me siento en el sofá, entonces, creo oír un roce era, cómo si algo se hubiera metido dentro de mí cabeza, que parecía querer manipular mi mente.
En mi desvarío hasta llegué a pensar que pudiera encontrarme  siendo espiada por algún miembro de los servicios secretos.

De nuevo esa horrible voz, en esta ocasión hablaba tranquila, y al parecer se dirigía a mí, no seas incauta, tú no puedes hacer nada bajo tu condición de ciudadana, pero, si, te digo, ten mucho cuidado porque El Estado de Derecho también se encuentra entre las cloacas.

SIGUE



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