ADIOS, 2020
¿Qué nos deparará cuando pasen estas Navidades?
Yo por lo tanto humildemente os recomiendo que
aunque de aquí para atrás estas fiestas tan entrañables y que siempre creímos eran iguales, y que
ahora estamos comprobando que estábamos equivocados, pues siempre han sucedido
cosas que quizás motivadas por la juventud las hemos obviados al carecer de
importancia, pero este año que despedimos ha sido muy diferente a todos los que
hemos vividos hasta ahora, pues el presente nos ha sumido en una soledad
inesperada, tanto que no vamos a querer recordar, ya sé que el virus ha hecho
estragos que se han unido otras situaciones adversas que han aparecido en
nuestra convivencia sin que ninguno de
nosotros lo hayamos buscado. Espero que al decirle adiós a este nefasto año no nos
falten para el próximo las ansias de amar, porque para vivir, éstas deben quedar
intactas.
Por lo tanto no nos queda otra que, pedir con todas nuestras
fuerzas, que este NIÑO que nos mira
desde su cunita, que nos libre del posible mal que nos acecha, y que
derrame su amor sobre nosotros, no sólo para salvarnos de las enfermedades si
no de los demás peligros que también pueden ser mortales.
Yo te pido en el nombre de todos los puros de corazón, que
nos des la fuerza necesaria, para que podamos estar todos unidos y, que con esta unidad, hagamos que vuelva de
nuevo las sonrisas a nuestras vidas.
Que el niño Jesús derrame su amor en nuestros corazones.


No hay comentarios :
Publicar un comentario