miércoles, 20 de diciembre de 2023

Amnesia


Mientras se hace una taza de tila para calmar sus nervios, pone la radio, todo parecía encontrarse en la más absoluta normalidad, pues seguía igual que siempre, noticias, cotilleos, tertulias que sólo saben enardecer al oyente con sus opiniones encontradas, de repente oye algo en una emisora detiene el dial, alguien acababa de opinar sobre algo que no pareció gustar al moderador, pone toda su atención, escucha unos segundos más pero el presentador habla acelerado con el tertuliano, no haciendo posible que se le entendiera, aún así estaba segura de que  algo debía de haber ocurrido porque al instante la radio empezó a emitir música clásica.

¿Qué es lo que estaba ocurriendo? Era tan grave lo que pasaba como para que después de hacerse un comentario la radio dejara inmediatamente de emitir. Sale a la calle necesitaba saber, aunque no estaba segura qué era lo que buscaba; se encuentra en las escaleras con algunos de sus vecinos, necesitaba hablar con alguien, no le importaba del qué piso fuera o tuviera más o menos amistad con ellos, tan sólo quería preguntarles su alguno de ellos había visto algo sobre lo sucedido; pero nadie parecía hacer mención el haber visto nada que no fuera lo cotidiano de cada día.

Anna se encuentra desconcertada ¿Y si había sido una de esas maniobras de absoluto secretismo que se preparan dentro de los gobiernos?  Pero que en este caso estaba segura de que se trataba de desenterrar algo que se hallaba allí escondido ¿Y si habían encontrado algo que fuera peligroso?. Anna estaba dispuesto a desentrañar que era lo que había pasado, y además estaba segura de haber visto movimientos extraños desde su ventana aquella madrugada. Minutos después, con paso firme, se adentra por el parque, se acerca al socavón que estaba recién tapado por una capa de arena negruzca, pero cuando se agacha para recoger con su mano un puñado de tierra, una mano fuerte, acompañada de una voz grave y potente se lo impide, cuando vuelve su cuerpo para mirar a la persona que le estaba impidiendo su investigación, los dos al mirarse cara a cara se quedan inmóviles, sus miradas se entrelazan de manera hipnótica, poco después Anna sin saber el motivo, baja la cabeza, se le había hecho inesperadamente un nudo en el estómago, en ese momento empezó a recordar, que ella hacía tiempo fue la jefa de una unidad secreta, y que ella seguramente fue la que mandó instalar allí una cisterna que era altamente peligrosa; siente un escalofrío, ella tan sólo obedecía órdenes, y no le dio el alto mando margen para pensar las consecuencias que podía tener aquella misión, y no pensó en el hipotético caso de que se pudiera  producir algún escape, pero Anna en esos momentos podía asegurar de que ese accidente nunca se produciría, ¿Pero de eso ya había pasado mucho tiempo? Por aquel entonces era una mujer curtida en el ejército, por lo tanto se debía encontrar llena de energía y valor, sigue recordando, su mente le cuenta su pasado en pequeños retazos, entonces cree saber con exactitud lo sucedido aquella mañana. Esta parte de la ciudad en aquella época se encontraba deshabitada, todo era campo árido, sin cultivar, por esa razón ella no puso ninguna objeción cuando se le pidió su opinión para realizar el enterramiento, pero ahora todo era diferente, el área estaba poblada.

 Anna por primera vez desde hacía muchos años se encontraba en aquel lugar donde se supuso mandó enterrar la cisterna cargada de agentes contaminantes ¿Pero cómo no pudo recordar en todo este tiempo? ¿Acaso manipularon su mente después de ejecutar aquel acto para que no sintiera escrúpulos? ¿Acaso se estaba volviendo vieja?, se mira las manos, y entonces comprendió muchas cosas, las tenía plagadas de pecas, y además aquel hombre  no le parecía un desconocido, pero ignoraba de quién se trataba, habla de nuevo aquel hombre que al verla desorientada le dice con dulzura, que él tampoco recordaba nada de aquellos años en los que estuvo bajo sus órdenes de la A-O- C--El hombre se disculpa, inmediatamente arrepentido de lo que acababa de decir, después de un prolongado silencio dice, sólo sé que me han ordenado de que no se acercara nadie a esta parte del parque porque puede que aún se conserve un rescoldo contaminante en la tierra  al haber sido removida.

Anna lo mira, necesitaba echar la culpa a alguien, pero al mirarlo de nuevo, sólo le supo decir casi en susurros, ¿ Como habéis consentido que casi media ciudad estuviera en peligro al tener este artefacto nocivo tan cerca?. Él dijo rotundamente, sólo se pretendía que se mantuviera aquí enterrado hasta cumplir el plazo estipulado para poder trasladarla, con la mayor seguridad y, eso es todo lo que puedo decir.

Anna entró en su casa y fue directamente a su alcoba, en sus movimientos parecía ser una autómata, abrió el armario y saco de una trampilla una caja de latón, que no recordó  hasta ese momento que la tenía, la abre, y allí había unos documentos que acreditaban que era la doctora Anna especialista en agentes contaminantes, y ella supo que debió estar allí en aquel enterramiento ya que fue la encargada de todas aquellas áreas donde se pudieran ocultar bacterias infecciosas, y neutralizarlas, para que no se produjeran pandemias en el caso de que se pudieran filtrar en pozos de subastación.

Anna sigue con aquella caja en las manos, una foto le hace temblar. El hombre que le prohibió coger un poco de tierra, era su esposo…pero porqué estaban separados.

Sentada en su alcoba Anna llora amargamente, a veces los sacrificios que se hacen a favor de los demás, la única recompensa que tiene es la soledad.

Alguien llama a la puerta, la abre, era aquel hombre que cuando intentó coger un puñado de tierra negra se lo impidió, y que con tan sólo mirarlo a los ojos le hizo recordar… y sin palabras se fundieron en un largo y tierno abrazo. Anna sonríe, le había llegado la recompensa de todo su sufrimiento al abrir aquella puerta, y de por los sacrificios pasados. De nuevo, se habían encontrado dos corazones que habían estado separados por un trabajo que en su día les impidió recordar quienes eran, ahora Anna  se encontraba de nuevo junto a su esposo, el que mucho tiempo estuvo borrado de su mente.

Ya no necesitaba recordar, sólo le daba esperanzas el presente, un presente que con su trabajo ignoró que pudiera existir.

       




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