sábado, 19 de enero de 2019

Ascemi

Eran las once de la mañana cuando me encontraba en el paseo de Cánovas a la espera de que llegara una amiga para ir de compras, pero su demora hizo que se alteraran mis calmados nervios, hasta el punto de hacerse insoportable la actitud de su impuntualidad. Para hacer más relajada la espera me dirijo a uno de los kioscos de prensa, pido un periódico sin especificar, pues creo que todos informan de las mismas noticias, aunque algunas sean más veraces que otras.
Leo el enunciado de la portada, paso la primera hoja, nada que pudiera interesarme, doblo el periódico y entonces me llama la atención en la contra portada una noticia que se encontraba escrita en negrita, en esos momentos llegó mi amiga sofocada por su tardanza, yo, ya me encontraba menos alterada pues había leído  sólo de pasada una noticia que llamó poderosamente mí atención, le doy el periódico a mi amiga para que la lea y para que me ratificara  si era verídico lo que acababa de leer, y mi amiga ante la información no supo qué decir, sólo me dijo con los ojos muy abiertos ante mi expectante espera, nuestra Ciudad es  merecedora de todo lo que aquí  se anuncia. El  artículo,  lo leyeron las dos una y otra vez,  con el mismo entusiasmo del que encuentra un tesoro.
 El enunciado decía así: Cáceres ha sido elegida  para   que se instale un centro de investigación científica que será  de general importancia, el cual se pondrá en marcha en un periodo de tiempo mínimo.
 Este es un proyecto que una vez ejecutado aportará un gran beneficio a la Humanidad.
Este artículo tan sugestivo para Cáceres nos hizo pensar una vez pasado el entusiasmo del primer momento, que tal vez fuera solo ilusionante, a pesar de que en esta noticia se decía dónde iba a ser su ubicación, pero ante la incredulidad  insistimos  en que era una noticia poco fiable, porque Cáceres siempre fue una Ciudad acostumbrada a ser la hija pródiga de Extremadura, siendo la olvidada por la administración central.
Poco después y ya calmado el entusiasmo por esta noticia, nos surgió esta pregunta será ¿Verdad o ficción?  Y si esta noticia estuviera expuesta   tan extraordinariamente sobresaliente solo para ilusionar a los cacereños, para que después de éste notición  nos anuncien que otros  compromisos adquiridos hacía  difícil su ejecución en esta ciudad. Este pensamiento pesimista nos hizo llegar a pensar que tal vez no deberíamos hacernos ilusiones, porque tal vez en nuestro entusiasmo estábamos rebasando los límites de la credibilidad.
Y si esa propaganda, en su atrevimiento, solo osaba intentar decir, o insinuar a los responsables de ésta importante centro, que desde Cáceres también se puede aportar grandes beneficios a la Humanidad.
 Pero los cacereños no podían consentir que este centro se fuera de Cáceres, así fue cómo un glorioso día nació, el centro de Cirugía de Mínima invasión capitaneado por Don Jesús Usón, más tarde y, con el entusiasmo de muchos cacereños se fundó una asociación que no dejó indiferente a los más remisos, pues en la actualidad y desde su fundación en el 2008 ha conseguido reunir a 802 socios, y eso que todavía queda mucho por difundir cómo y, a qué se dedica este centro que gracias a los ilustres médicos que la avalan  ha llegado a ser importante para la investigación en la cirugía de mínima invasión.
Y así Cáceres desde entonces se siente orgulloso de poseer algo tan grande cómo el albergar en nuestra tierra y en estas instalaciones a  ilustres científicos de todo el mundo, que sanan el cuerpo, pero esta asociación creada por un grupo de cacereños también tiene la función de curar, no sólo la enfermedad, porque se es sabido que también se ha descubierto el antídoto que convierte el ocio en algo lúdico y con ello fomentar la curiosidad por la cultura que es necesaria para que la mente siga  estando sana.
Esta asociación hace que sus socios a parte de colaborar con su donativo simbólico, también  hace de sus actos culturales, reuniones y excursiones a lugares de interés cultural, que los socios saben apreciar porque es una manera de conocerse ya que abarca en su conjunto a gestes variopintas de las cuales también se aprende, y también de este modo poder agrandar el círculo de amistades que sin dudas es importante para salud.
El día 13 a las 12 de la mañana, tuvimos una Gala benéfica, en el Gran Teatro, por supuesto su recaudación era para ayudar a nuestros talentos con becas para que permanezcan en nuestra tierra. La Gala la amenizó con gran señorío Olga María Ramos, a la vez hija de también una grande del Cuplé, su recordada madre Olga Ramos.
Fue una gala entretenida, amena, y que esperamos no muy tarde volvamos a vernos en otros actos lúdicos  que sin medicamentos, saben sanarnos el alma.
No puedo obviar a las personas que desinteresadamente  hacen que todo este engranaje funcione.
 Al Director D Francisco Miguel  Sánchez Margallo.
Dª Basilisa Borrego Borreguero-- Dº Antonio Bueno Flores.
Sr Rojo Herrero-- Sr Rubio González.
Sr Jiménez Plata—Dº Santiago Sánchez—Dª Gloria  Martín—Dª María Victoria Trujillo—Dº Luis Miguel Rubio—Dº Aquilino José Jiménez.
 Y otros muchos colaboradores que hacen que, esta asociación sea una realidad.
Solo me queda deciros que si estáis interesados en haceros socios, podéis hacer una llamada al número 927-18-10-32- ASCEMI centro.
 A todos ellos una gratitud especial por saber llegar a los cacereños, su divulgación.
No es ciencia ficción, es una realidad que yo expongo de la única manera que sé, pido perdón, si con mis ganas de poner mi pequeño granito de arena, puedo haber hecho creer que es un relato.
 ES UNA REALIDAD.

TERESA  



domingo, 13 de enero de 2019

Oro y grana

 Allí en aquel agreste terreno, los toros bravos campaban a sus anchas pactando sin ser molestados, otros astados se hallaban dormitando bajo la sombra de las encinas. Mientras, los invitados eran llevados a un templete o atalaya desde donde se podía  contemplar a tres toros afinados en un toril para ser lidiados, la panorámica del campo desde donde se encontraban se podía apreciar la hermosura de estos animales que desde mucho antes de la época romana estuvieron presentes en nuestra cultura, unos animales valientes y, de raza noble, demostrando en cada corrida a la que se enfrenta al hombre, que con tan sólo su poderosa  fuerza y con su única arma que son sus pitones; mientras tanto el hombre, torero, con un alarde de valentía, se pone ante el astado con un trozo de tela, con el cual lo incita al envite, entonces, el toro acepta  el reto del hombre, enfrentándose  a él con bravura, abalanzándose con poderío, sobre ese trozo de tela de color grana, llamado capote.
Mientras en el encuentro, se produce una fusión hombre fiera. Todo esto bullía en la cabeza de Anna, mientras  eran llevados a una edificación blanca que se encontraba en medio del campo, unas escaleras los conduce a una terraza desde donde se podía ver un pequeño ruedo o tentadero de arena caliente.
 De pronto aparecen en el ruedo el joven que les fue presentado al llegar. El joven es bello como un Apolo, vestido con traje corto andaluz, se acerca para saludar mientras se descubre la cabeza que cubría con un sombrero de ala ancha; tira el sombrero al burladero, a modo de brindis a los asistentes, en esos momentos  se produce una pausa que hace pararse el corazón, se abre la puerta del toril y aparece un astado,  silencio. Entonces a una señal del dueño de la dehesa, el novillero despliega el capote ante un toro negro zaino de 300 k. aquel joven en medio del coso, se encuentra preparado para el enfrentamiento, hombre, fiera, fuerza contra destreza, y entonces, empieza la corrida  bajo un silencio devoto.
Sin apenas percibirlo, y cuando el novillero hacia un quite, un joven espontáneo se planta en medio del ruedo, desplegando un capote raído, descolorido, y antes que los asistentes reaccionaran,  aquel maletilla comenzó a derrochar valor y sabiduría ante la fiera, Anna se entusiasma al ver su valentía, sin poderlo evitar estalló en aplausos, el espectáculo comenzó a ser impresionante, entonces antes de que el público reaccionara, empezó a regalar al público su talento, nadie se atrevía a hablar ante las cuatro cambiadas que dio el aprendiz de torero que, al salir bien la faena se  envalentona aún más, se acerca más al toro, su traje corto se tiñe de barro, entonces hace una revolera que a todos les puso el corazón en vilo, en aquellos momentos y en ese instante todo era emoción, el toro y el torero parecían sentirse a gusto con la lucha mantenida, el espontáneo, con su figura escuálida y esbelta, que adorna con modales elegantes, una elegancia que sólo el valiente  ante el toro derrocha, desde las gradas  parecía un ser mágico.
Anna seguía cada segundo del espectáculo, sin pestañear faena tras faena, el toro parecía complacido ante este reto, entonces él maletilla comienza a regalar al público que se deleita con sus faenas, el público se encontraba borracho de entusiasmo al contemplar cómo el toro dócil seguía los movimientos de su capote, entonces,  decide obsequiar al público enardecido con Chicuelinas, el clamor de los asistentes era de emoción incontenida.
 Con los asistentes puestos en pie,  llegó el momento de poner las banderillas; aquí, el torero, a pesar de tener licencia no tuvo la suerte de su parte, pues el toro al sentir el cuerpo del torero muy cerca de su lomo, al  abalanzarse sobre él, el astado hizo un extraño, no dejando que las banderillas rozaran  su lomo, sufriendo por lo tanto  un fuerte revolcón.
 No obstante aquel incidente no restó el brillo de la actuación, porque para los presentes que aún tenían la miel en la boca por las buenas faenas ejecutadas, el incidente pasó sin la mayor transcendencia. Aquella tarde, y  como diría en su comentario poco después el escritor en una entrevista que le hicieron, que había visto nacer un torero y que en su próximo novela le haría protagonista, pues sin dudas había presenciado el nacimiento de una gran figura.
Poco después  Anna también  en su crónica semanal lo mencionó, ratificando que era un descubrimiento.
El dueño de la ganadería después del espectáculo y, cuando se encontraban tomando un refrigerio en la casa, le pidió al escritor su sincera opinión sobre  la corrida. El escritor contestó, sabes que siempre fui sincero  a la hora de escribir sobre lo que he visto, sé que he visto lo mínimo de lo que puede dar este joven espontáneo. Por lo tanto voy a plasmar de momento, mi testimonio, y argumentaré por supuesto que quiero basar mi próxima novela  sobre toreros extremeños y naturalmente entre ellos estará el hombre que ha hecho de esta corrida una tarde inolvidable.
En la portada del libro—dijo acercándose  al futuro torero— Estoy seguro que haré  una foto tuya saliendo por la puerta grande de Las Ventas en Madrid, mientras una muchedumbre enardecida te gritará entusiasmada.
Anna ante la grandeza del escritor, supo que no se había equivocado, era sin dudas el hombre de su vida, más tarde, ella escribía las crónicas haciéndola literatura.
La emoción ante una corrida de toros a veces para los no aficionados puede ser incomprensible, pero para todo aquel que se siente ESPAÑOL, es sin lugar a dudas una parte de nuestra cultura que no se debe tirar, porque unos cuantos indocumentados todavía no sepan que España tiene sus raíces, las cuales hay que respetar nos guste o no.
Todo es tan simple cómo el estar orgulloso de ser ESPAÑOL.

  FINAL.





domingo, 6 de enero de 2019

Grana y Oro

Aquella tarde y, cuando el sol se ocultaba tras la pequeña colina que se divisaba desde la ventana de su apartamiento, el teléfono sonó haciendo estremecer su cuerpo, era un seis de agosto y, durante todo el día el sol pareció que echaba lava y fuego  sobre la tierra de Extremadura.
Antes de descolgar el teléfono Anna, sacude con desgana su larga y bien cuidada melena morena, se encontraba desde hacía unos días deprimida y sin saber la razón de su estado anímico. Coge el teléfono, una voz inesperada y conocida, le dice desde el otro lado del hilo telefónico.
 Anna ¿cómo estás? Álvaro, ante un silencio prolongado, pregunta de nuevo.
 ¿Estás ahí?
 Para Álvaro, aquel silencio se le hizo insostenible.
Anna, no estaba segura de haber escuchar aquella voz, aunque ésta le llegara a través de un hilo telefónico, hizo que se desconcertara, no podía creer que fuera la misma persona con la que tantas veces había soñado y, que tantas veces en la soledad de la noche creía oír el timbre  de su voz, en esos momentos de confusión creyó que le hablaba muy quedo junto al  “oído” ¿Era realidad?. Sabía que aunque en esos momentos estuviera escuchando su voz,  que por supuesto era totalmente normal, que para ella oyéndola le pareció percibir una caricia, disimulada bajo un susurro y, así fue como Anna sintió aquella voz emitida por un hilo telefónico.
 Álvaro al otro lado del hilo en su espera se impacienta, Anna, me escuchas, acaso te ha molestado mi llamada.
 Pero Anna, no podía hablar, sólo podía escuchar con adoración, porque aquella voz la perturbó  desde la primera vez  que la escuchó.
De nuevo, Álvaro insiste, en que diga algo, esta vez con voz preocupada.
 Anna al fin contesta.
 ¡Sí! Estoy aquí—dijo—perdona, creo que tu llamada me ha pillado por sorpresa, me encontraba en estos momentos dormitando, ya sabes las consecuencias del calor—mintió—y siguió fingiendo una  voz calmada que no sentía, y dijo, dime, ¿necesitas algo de mí?
El motivo de mi llamada, está relacionada con una invitación que voy a proponerte---si te apetece, claro, ¿te gustaría acompañarme junto con tres amigos a visitar una dehesa? No, no te preocupes, no, está lejos de Cáceres, creo que puede ser interesante para todos los que vamos, sobre todo para ti cómo periodista taurina, también podías darme tu opinión sobre lo que vamos a ver, y de paso puedes escribir un artículo sobre los toros en libertad que acampan a sus anchas. 
Pero Anna aún incrédula preguntó, dime al menos para cuando está prevista esa visita y, al no saber cómo seguir la conversación, tengo que saber sobre que es de lo que tengo que opinar,  mientras sonreía de una manera que se hizo patente a través del teléfono.
Entonces,  ¿Aceptas venir? Dijo Álvaro.
Si por supuesto que acepto, iré con mucho gusto, ---bien dijo él—entonces te espero mañana  a las diez de la mañana junto al templete del paseo de Cánovas. Ah, se me olvidaba, creo que no hace falta que te diga la ropa que te tienes que poner para sentirte cómoda y, sobre todo no olvides  el calzado adecuados para andar por el campo.
Anna poco después supo que no se había enterado de casi nada de lo que le dijo Álvaro, tan sólo supo que disfrutó de la caricia de su voz, aquella voz masculina, que desde que lo escuchó hablar le robó el sueño. Anna cuelga el teléfono, mientras recordaba la primera vez que lo vio subido ante un atril disertando como ponente en una conferencia referente a la dehesa extremeña y a la  que ella asistió  y,  que  desde ese mismo instante su timbre de voz fue para ella una daga dorada e hiriente que se le clavó en el alma, no dejándole desde entonces tiempo para el sosiego.
A la mañana siguiente, al despertar sintió una excitación poco habitual en ella, abre el armario, lo cierra al no encontrar los pantalones que pensaba ponerse, busca de nuevo en otro armario encuentra los pantalones, una vez en sus manos, se precipita sobre el mueble zapatero, busca unas botas camperas, de la cómoda coge una camiseta que iba a tono con el atuendo, en la cabeza, pensó ponerse un sombrero de ala ancha de paja.
Aquella noche por supuesto no pudo dormir por la  excitación que supuso  aquella invitación… pero ¿Cómo había pensado en ella? Era nada menos que el famoso novelista que mencionaba en la mayor parte de sus novelas las tierras de Extremadura, entonces a su mente se precipitaron recuerdos de las veces que acudió para oírle hablar sobre tauromaquia en el aula de cultural de la calle Clavellinas,  y hablar de la vida de esos valientes novilleros que impulsan con su valentía a que su fácil pluma pudiera  escribir  sus avatares por los campos.  Y, siempre recuerda que finalizaba la disertación con palabras de aliento para que éstos maletillas siguieran persiguiendo sus sueños.
Anna mientras se tomaba un café con tostadas, lee en la presa uno de los muchos artículos sobre la absurda manía de tienen algunos nuevos políticos que es la de abolir las corridas de toros, estos,  articulistas que solo buscan la oportunidad de que alguien los lea, aprovechan el momento oportuno  de esta moda que queda en entredicho su cultura. Estos artículos la ponían de mal humor. Y cambiando de tema, se preguntaba ¿qué motivo habrá tenido para llamarme?, se levanta de la silla y cómo una niña desvalida  se acurruca en su bata de seda, mientras piensa ¿Habrá sido un sueño? al instante se oyó el teléfono ¿Estás preparada?
Anna en unos segundos  se encontraba junto a los amigos de Álvaro camino de la dehesa en un 4x4, en el trayecto desde Cáceres a Trujillo,  Anna parece perdida, allí, en aquel vehículo y, junto a ella, se encontraban tres escritores de prestigio venidos  de Latino América, Anna no se atreve a hablar se encontraba en estado de shock al sentir en su costado el roce del brazo de Álvaro cuando el coche se tambaleaba al pasar por los socavones de la  tortuosa calleja que los conducía a la dehesa.
La dehesa, como es habitual  en ella se encuentran reses pastoreando; Anna siempre que se encontraba en ese ambiente se emocionaba  allí, pues el campo para ella siempre tuvo un magnetismo especial pareciéndole que todo  se magnificaba cuando contemplaba la grandiosa panorámica que ofrece generosa la naturaleza, algo que es havitual en el variado paisaje extremeño.
 Se bajan del 4x4, caminan por una vereda de tierra que se encuentra  flanqueada por una  tupida alambrada que hace imposible la entrada en la dehesa.

A su llegada, son recibidos por dos jóvenes peones junto al propietario de la dehesa, poco después fueron obsequiados con un refresco para saciar la sed que produce el intenso calor,  después suben a una camioneta dispuesta para que fueran  trasladados hacia un tentadero, pero antes hacen una parada para subir a una torre encalada desde donde se podía divisar la finca que era  un inmenso  alcornocal de fondo, con un suelo limpio por estar barrido cada día por las reses evitando con ello los  incendios forestales. El paisaje no puede ser más duro y tierno a la vez, un binomio que quizás jamás tuvo ninguna tierra.



martes, 18 de diciembre de 2018

Soy española


Anna sabía que no tenía más Patria que donde había nacido, ella y toda su generación. Hacía tiempo que no ponía el televisor, hizo zapen  y, mientras veía pasar los canales  su ánimo decaía, al ver que casi todos  los programas eran por decir algo impresentables, pues trataban los periodistas de los llamados “Progres” hacer comentarios con descaro y jocosos sobre esta nación qués es nuestra cuna  allí ninguno de los intervinientes  parecían querer aceptar esta nuestra  nacionalidad.
Yo, que he nacido en la ciudad cacereña no muy grande, pero hermosa por mantener viva en el latir de sus entrañas una raíz, fresca, latente llamada Ciudad Monumental, esa, a la cual respetamos y queremos y de la que todos los cacereños nos sentimos tan orgullosos, cómo al igual de ser españoles.
Todo comenzó un día de tantos que aburrida del tejemaneje que se traen los políticos de ahora, Anna dejó de interesarse por las noticias que a veces le soliviantaban,  con tanto político con ansias de medrar a cualquier precio, cómo si esta Nación fuera una parra cuajada de jugosas  uvas, y apostaran, cuál de ellos se comía el mejor racimo.
Pero en esta ocasión Anna, una tarde  osó en poner el televisor, para saber qué estaba pasando por el mundo, pero poco después de haber visto algunas de las programaciones pensó que hubiera sido mejor no saber nada, pues lloró ante semejantes perspectivas, haciendo que de sus enormes ojos claros, brotara una lágrima de desaliento.
Lo que estaban comunicando, no era algo sin importancia, era algo mucho más,  se trababa de nuestra enseña Nacional que estaba siendo denostada por unos imberbes llamados periodistas "progres" que reían la gracia a unos cuantos políticos del tres al cuarto, con un desconocimiento y despego total  a lo que es el amor a este pedazo de tierra que nos vio nacer y que es, nuestra Patria.
Hastiada, pone la radio, y un aluvión de noticias invadían los diales que inundan su cerebro, todas estas noticias se encontraban camufladas, pues estaban en boca de unos hombres llamados tertulianos, llevando cada cual el ascua a su sardina, poco después y aún más desolada, Anna no podía imaginar que hubiera españoles que tuvieran tan poco entusiasmo por su propia Nación, se desanima,  pues no sabia donde ubicar todo este desatino para aplacar su desazón, sí desazón, pues antes de apagar el transistor una noticia le paraliza el dedo que iba destinado a desconectarlo.
Uno de los políticos anunciaba que estaba preparando  una moción de censura, para derrocar al dirigente que se encuentra en funciones, y mandar según él en este caos, pero le apenó enormemente al saber que el que denunciaba esta irregularidad, sus intenciones eran poco fiables, pues para de hacerse efectivo este mandato tenía que aliarse con políticos que el único deseo es el de deshacer España.
Anna se encontraba asustada, ella tenía parientes y amigos en el Sur, Norte Este y Oeste, se espanta, siempre estuvieron las familias unidas a pesar de la distancia física que los separaba,  pues  siempre nos hemos sentido  españoles de bien, sabiendo cómo debemos  comportarnos con esta bendita tierra  pues es para nosotros como si fuera una piña fresca y jugosa que tenemos que proteger del clima extremo  para que todos sin excepción  podamos deleitarnos con su fruto. España debe permanecer  entera,  no fraccionada como un puzle, porque si esto llegara a pasar, este puzle, puede que en su fracción se pierdan algunas de sus piezas, y entonces sería muy difícil de recomponerlo.
Se levanta y se dirige al pasillo mascullando algo, que  fue mejor para todos que no fuera  inteligible. No puede ser, nadie puede sentarse así, como así, en la Moncloa sin haber convocado antes unas elecciones.
El pueblo, es el soberano y, el que tiene el deber de elegir a su representante. También ningún dirigente puede permitir que esta nación llamada  España se reparta  cómo se reparten caramelos en un cumpleaños infantil, sabiendo que muchos de estos caramelos van poco después a la basura después de una barrida.
España tampoco es, como algunos iluminados quieren hacernos ver representando un cementerio, poniendo en nuestras playas mezcladas con los bañistas, cruces de caídos. Pero, si serán lerdos, que aún no se han enterado de que aquel fatídico episodio de la guerra civil pasó, y que pasó olvidando las rencillas, cómo en muchas otras naciones que tuvieron sus conflictos.
España es, y será, a pesar de algunos, es una gran Nación, con una bandera roja cómo el buen  vino, y amarilla que es el color de nuestro trigo y, del sol que nos baña.
España es de todos los españoles, no de unos cuantos iluminados, se tenga el dialecto que se tenga (Que no es malo practicarlo) pero que se tenga en cuenta que para que todos los españoles lleguemos a entendernos, Idioma, sólo tenemos uno, el castellano, por el cual todos nos entendemos, y hace que nos sintamos unidos.

    



lunes, 10 de diciembre de 2018

De nuevo con nosotros la Navidad

DE NUEVO CON NOSOTROS LA NAVIDAD 


Estas fechas para los que somos católicos es muy importante, ya que los Evangelios nos cuenta de que unos astrónomos después de estudiar el cielo, se percataron de que una estrella les parecía especial porque con sus guiños les pedía que le siguieran, estos astrónomos sin pensarlo, siguieron a aquella estrella, después de caminar por parajes tortuosos y desérticos por fin llegaron al lugar donde la estrella se paró, curiosos por no saber de qué se traba, pues habían sido atraídos por una  magia que ellos no crearon, al apearse de sus camellos  y, después de encontrar a un niño que se encontraba aterido de frío y, que a pesar de ello vieron que el pequeño les sonreía, entonces los Magos pensaron que el frío que podía sentir, no era producido por la baja temperatura, pues él no podía tener quejas, porque tenía la mejor de las calefacciones, el regazo de su madre, para entretenerse, sus dos mascotas que al niño hacían reír, pues el buey mugía para que el niño durmiera, el asno, al amanecer rebuznaba para que el niño despertara.
Entonces pensaron que su frío venía porque el mundo se encuentra sin amor, con demasiadas envidias y ambiciones, careciendo de lo más importante, el respetarnos de los unos a los otros.
Por ese motivo me gustaría que todos y ante este panorama absurdo en el que está asumido el mundo, ruego a este niño que al postrarnos ante sus pies nos conceda todo aquello que necesitamos Paz EN LA TIERRA. Y, con esta  humilde petición, el  Niño Rey, generoso como siempre…

  NOS REGALARÁ EN ESTA NAVIDAD ESE SOSIEGO TAN NECESARIA EN LA VIDA  QUE ES LA QUE PRODUCE LA FELICIDAD. 

 AMIGOS MODERACIÓN CON LOS DULCES, SE DICE POR AHÍ QUE, ENGORDAN,



sábado, 8 de diciembre de 2018

El misterio del desierto

Yo, un cacereño, poseído por mi locura y empeñado en explorar lugares místicos y milenarios, acababa de descubrir la misteriosa cuidad perdida de la que había oído hablar durante mis viajes por Oriente.
Mi estupor se volvió en regocijo al adentrarme por aquellas calles que parecían dormir el sueño de la eternidad. De repente aparecieron inexplicablemente ante nosotros cinco nabateos que nos detuvieron, haciéndonos pasar dos días con sus noches en un lúgubre calabozo, cuando llegaba el cuarto día de nuestro encierro y haciendo un  calor insoportable, alguien se acercó al ventanuco de nuestro calabozo, yo, al  verlo me asusté pues su altura parecía considerable, entonces pude oír que nos hablaba con voz   queda, esa voz extraña y casi apagada pertenecía a un hombre que solo se podía apreciar su perfil pues tuve que imaginar una silueta incorpórea, mi guía y yo, nos separamos del ventanuco aterrados y, sin articular palabras aquel personaje nos ofreció gentilmente las llaves del calabozo invitándonos a que saliéramos de aquel lugar, en la huida mi corazón se desbocó, entonces sentí como mi cuerpo se mojaba con un sudor frío, extraño.
Una vez en la calle buscamos con desesperación unos camellos para poder alejarnos de allí, pero alguien de nuevo y con sigilo se acercaba a nosotros… sus facciones eran duras sus ojos nos miraban con fijeza eran como dos rocas negruzcas en medio de un río caudaloso.
Una amarga sensación de impotencia me volvió a embargar  mientras este individuo  nos invitaba a seguirlo, asombrados y temerosos, seguimos al hombre que nos condujo a una casa que se hallaba escavada en la cima de una roca, hasta allí subimos escalando por una cuerda preparada para el evento que se hallaba suspendida de un saliente rocoso, una vez dentro de la casa nos contó una leyenda  que parecía contribuir  a dar un aura más mágica si era posible a aquella ciudad,  desde lo alto pudimos admira cómo sus rocas eran una mezcla de diversos colores, amarillos claros, blancos, rosa, y rojos de distintas tonalidades que alternaban con azules, sin dudas una maravillosa composición cromática que era ofrecida por la naturaleza.
 Creí estar soñando era demasiado maravilloso para ser real, pero sí que noté que en el ambiente se podía respirar algo difícil de explicar, era parecido a una sustancia etérea que podía llegar a tocarse pero no se podía ver.
Aquel nabateo después de ofrecernos asiento, nos contó que había una tradición local la cual  situaba a la ciudad cómo el paraje bíblico en donde Moisés hizo brotar agua de una roca con su cayado, también nos aseguró que ese milagro había sucedido en el angosto desfiladero por donde habíamos pasado, la emoción me secó la garganta,.
De repente, un terrible rugido se apoderó de la ciudad, mientras tanto el viento se volvió virulento levantando la arena dorada cegando a unos jinetes que se hallaban junto a sus camellos, emprendiendo éstos una estampida; de pronto, un siniestro movimiento sísmico hizo temblar la tierra.
En unos instantes el cielo se tornó negro, como una mancha de tinta, mientras por el ventanuco de la casa donde nos encontrábamos comenzó a filtrarse una intensa claridad cómo si fuera de otro mundo, era amarillenta y fluctuante.
Desde fuera, una voz ronca como de ultratumba me llamaba lastimosamente, yo tiemblo. De nuevo alguien desde fuera nos pide que le sigamos.
La roca donde se encontraba enclavada la casa, comenzó a desmoronarse como si fuera una torre  de naipes, la arena poderosa se estaba haciendo dueña de la ciudad, parecía querer engullirla,  de pronto dejaron de oírse los relinchos de los camellos, el dueño de la casa dónde estuvimos momentos antes de que esta se desplomara la arrastró la montaña, de pronto nos encontrábamos  en la plaza, aquel nabateo  me miró con sus ojos negros y profundos cómo si presagiara que algo me iba a pasar, yo me inquieté, al instante y ante mis ojos su cuerpo se transformó en un enorme pájaro con plumaje negro, unas patas donde destacaban grandes garras, que posándose en el alfeizar de una de las ventanas que se encontraban esculpidas en la montaña, de repente y en posición de volar y emitiendo gruñidos levantó el vuelo en solitario rozando con sus alas las muchas tumbas que se hallaban escavadas en las rocas, que a su paso, eran abiertas sus  cavidades y por ellas  pudieron escapar del desastre las almas benditas que fueron las que siempre guardaron la ciudad.
Más tarde de nuevo volvió el silencio, allí, no quedaba nada más que soledad…
En unos minutos la ciudad se quedó sin vida, tal vez dormida, esperando quizás la llegada de un ángel bueno que con el toque de sus inmaculadas alas los despertara.
Un halo de color blanco intenso salió de la tumba de Aarón ( hermano de Moisés), pues él era el que fue designado por Dios  a ser el custodio de aquella ciudad por la  que siempre veló con celo.
Yo ante tanto acontecimiento y adormecido por lo que había vivido, quizás fuera mi destino, pues me quedé allí dormido  entre las arenas coloreadas  por la naturaleza esperando con ansiedad que llegara el día del despertar de esta ciudad. La verdad ignoro dónde me encuentro pues me invade un dulce sopor, pero eso no impide que espere con impaciencia, porque ahora veo desde mi espíritu, quizás desde el más allá que la leyenda se cumplió, y esta ciudad perdida, llena de una enigmática  belleza al fin despertó de la mano de un explorador, haciendo que se pudiera admirar su belleza,  al ser descubierta por un amante de lo bello, llamándola simplemente PETRA 

FINAL





  






domingo, 2 de diciembre de 2018

El misterio del desierto

Al despertar aquella mañana vi cómo un rayo de luz que atravesaba las cortinas  de la ventana de mi alcoba, cuando miré el reloj éste señalaba las siete de la mañana, era un  amanecer del otoño cacereño, que hizo despertar en mi un montón de desenfrenadas ansias de vivir una aventura.
Desde aquel despertar  y después de mucho meditar, decidí embarcarme en aquel sueño que desde  el despertar de aquel día y vi aquel rayo de luz entrar en mi alcoba, supe sin más que sería la aventura de “Mi vida”.
Un mes después, me adentraba en el corazón del desierto de Siria vestido con ropas de árabe, la ruta que tracé desde Cáceres no pude llegar  a realizar, pues tuve que desviarme por seguridad, para seguir la ruta de las caravanas que atravesaban el desierto de Sinaí, siempre, por supuesto acompañado por mi guía beduino, mientras atravesábamos la arena ardiente del desierto, recordé el día en que lo conocí. Cuando fui a contratarlo para que me guiara por el desierto, se encontraba en una cabaña sentado encima de un camastro, el hombre parecía estar inmerso en una pesadilla, pues se encontraba cabeceando, lo hacía repetidas veces parecía querer convencerse de algo que le atormentaba, mientras su mirada la tenía fija en algo inexistente, su quietud me hizo pensar que se encontraba cerca de la muerte. Pero cuando le hable de atravesar el desierto montañoso de Wadi Araba, el hombre pareció despertar de la pasividad que le embargaba.
Solo levanto su cabeza cuando oyó mi propuesta, su semblante cambió tanto que hizo que brotara de sus arrugados labios una tenue sonrisa.
Inmerso en mis pensamientos y después de mucho caminar, por casualidad llegamos a un lugar donde las arenas son de color rosa, éstas,  rompían como olas de mar  contra las montañas escarpadas haciendo profundos desfiladeros  en su corrido al ser  empujadas por el viento. El espectáculo que ofrecía la naturaleza ante mis atónitos ojos me pareció grandioso, mi beduino y guía parecía no darle importancia a lo que nos mostraba la naturaleza y  seguimos nuestra andadura, entonces nos dirigimos hacia un camino que resultó ser largo y fatigoso, el calor se hacía cada minuto que pasaba más agobiante, pero me tranquilizó al comprobar que el semblante de mi acompañante se encontraba sereno a pesar de que yo sospechaba que empezaba a escasear el agua.
Casi al borde del agotamiento vimos un desfiladero, nos adentramos en él, nos cobijamos bajo su sombra que me pareció benefactora a pesar de encontrarse el suelo cubierto de una espesa vegetación, algunos reptiles pasaban junto a mis pies ignorando nuestra presencia,  el camino se presentaba angosto, pues parecía juguetear serpenteando entre las altas y estrecha calleja aprisionada por las paredes verticales que configuraban las rocas, en ellas destacaba un bello color tornasolado. Mi corazón comenzó a latir con fuerzas teniendo que beber agua para calmarlo.
Por aquel desfiladero anduvimos largo rato, era una senda tan estrecha y profunda, que desde el suelo costaba ver el cielo, pues cuando intentaba descubrir lo que se escondía tras aquellas altas paredes sólo conseguía ver una hebra de hilo de un color azul intenso.
De repente, se interrumpió el silencio del desierto con un murmullo  de voces que iban acompañadas de las fuertes pisadas de camellos que en su carrera hacían temblar la arena cálida del suelo.
Parecían acercarse a donde nos encontrábamos, el espacio  era tan  estrecho que parecía imposible que pudiéramos refugiarnos de aquel tropel de camellos que parecían querer engullirnos. El guía ante esta situación parecía mudo, pero por la expresión de su cara pude apreciar cómo en su interior se  mezclaba la agitación y el terror. De pronto cómo si fueran fantasmas aparecieron tras uno de los recodos del camino, eran cinco jinetes  que galopaban con desenfreno, entonces supe que todo lo que estaba viendo y viviendo no era un sueño si, no, una realidad palpable.
Un grito que no pude ahogar me sobresaltó al magnificarse como un  extraño eco en aquel inmenso desierto. Dos jinetes rezagados de la patrulla, llegaron a nuestra altura, eran hombres vestidos de azul con turbantes que sólo dejaba ver sus ojos de color azabache, y dirigiéndose a mi guía, nos dieron a entender, que yo no podía seguir por aquel camino, era un  camino sagrado.
Después de una intensa negociación por ambas partes, mi guía les convenció diciéndoles que yo era sólo un explorador, poco después, nos dejaron pasar escoltados por los dos jinetes.
Así anduvimos una hora bajo el sol abrasador y cuando parecía haber terminado el camino, ante mis ojos pude contemplar algo parecido a una visión extraordinaria, allí se encontraba esculpida en la masa de la arenisca rosada, una majestuosa fachada, sobrecogido ahogué de nuevo en mi garganta una exclamación en esta ocasión era de asombro.
Una vez dentro de aquel recinto y al caminar por las calles, pude percibir que se respiraba una atmósfera misteriosa, y al mismo tiempo un silencio sobrecogedor, allí según los jinetes que nos acompañaban no se podía hacer ningún sonido que pudiera ofender a sus callados moradores, yo, miro hacia todos lados y no pude ver a ningún viandante en aquella que parecía una cuidad sellada.
Aquella ciudad que tenía ante mí, se encontraban finamente talladas en las rocas tumbas donde descansaban los Edomitas, estas tumbas exhibían maravillosos capiteles  puertas y ventanas que se encontraban flanqueadas por la masa arenisca que encontramos en el camino.

El sol, comenzaba a declinar, su luz parecía mágica pues empezaba a tomar suaves tonalidades envolviendo el cielo con un manto dorado.