En
uno de sus muchos viajes de ocio y también de trabajo que solía hacer el rey de
España Alfonso XII a Italia, encontrándose una tarde disfrutando de la
primavera romana junto a la famosa fuente de Trevi, sus pasos se quedaron
clavados en suelo empedrado de la plaza. ¿Era realidad? o tan solo eran unos
ojos tan bellos que Alfonso tardó en volver a la realidad, se miraron, no
pudiendo cruzar ni una sola palabra, pues no se conocían.
Poco
después el destino los volvió a unir, fue en una de esas fiestas que se suelen
celebrar en las embajadas para agasajar a las personalidades que llegan de
visita diplomática al País.
El
personaje, en esta ocasión era nada menos que el rey de España, donde el rey
coincidió con la bella mujer que vio junto a la fuente de Trevi, sus miradas se
cruzaron, el tragó saliva, ella se creció cuando supo que el rey clavaba los
ojos en los suyos, pues parecían paralizados.
Uno
de los ministros que acompañaban al rey, al observar la forma en la que se
miraron, con gesto ceñudo, que pasó inadvertido para ambos, el ministro se
acercó y los presentó a él como el rey de España a ella como la condesa de
Castiglione, conocida aristócrata en la alta sociedad en Italia por su
nacimiento y en Francia por haber sido la amante del emperador Napoleón III.
Inmediatamente
los servicios de inteligencia se pusieron en marcha para hacer una
investigación, en la cual se supo, que su nombre era Virginia Oldini, nacida en
Turín, en el seno de una familia de la nobleza italiana, educada de forma
esmerada, hablaba cuatro idiomas y dominaba la música y el baile, lucía una
cabellera rubia rizada, frente alta, nariz recta, tez blanca donde destacaban
unos vivaces ojos de color verde esmeralda que cambiaban de tonalidad según su
ánimo. Pero lo que destacaba en ella, sin duda, era su inteligencia
desbordante.
Estos
detalles, eran inquietantes para la corte, pero al rey de España, que estuviera
divorciada y con un hijo, le pareció poco relevante, sólo creía creer, que era la más bella que jamás había conocido.
Aquella
noche la embajada lucía como nunca antes había lucido, grandes damas exhibían
sus mejores vestidos y joyas puesto que la ocasión lo requería.
Después
de la consabida presentación, el rey y la condesa bailaron y bebieron como
adolescentes hasta la saciedad, constituyendo para el rey el momento más
agradable de la jornada, siendo propicio que entre ellos germinase una amistad como
para volver a verse. Pasaron dos meses,
antes de que se volvieran a ver. Al rey, la espera se le hizo insoportable.
Por fin, llegó el ansiado encuentro, era el
primero que disfrutarían después de aquella fiesta italiana. Pues Alfonso,
tenía que cumplir compromisos ineludibles cómo rey.
Y
volvieron a verse el día señalado por los dos, pues ya sabían dónde se
encontraban los sitios más recónditos
para así burlar la vigilancia a la que estaban sometidos, en esta ocasión fue
también planeado por la condesa, que la burla les salió perfecta dando esquinazo
al espía de la corte española. Y así de este modo, nació algo más que amistad,
que sin apenas darse cuenta comenzaba a tener visos de indisoluble aquella
enfermiza obsesión, hizo que el rey rompiera las estrictas normas de la casa
real.
Así
pasaron dos años que para los enamorados fueron como un suspiro y para sus
ocultos observadores de dudoso final.
Un
día y de manera inesperada, en la Corte se filtró la noticia de que el rey
deseaba presentar a las Cortes a la que deseaba tener por esposa. Una vez
difundida la noticia, sólo se rumoreaba en palacio que no podía ser posible, los ministros se lamentaba
con las manos en la cabeza el primer ministro Cañizares no sabía a qué
atenerse, se encontraban en una situación de emergencia, aquella mujer no tenía
las virtudes que se necesitaban para ser
reina de España.
Por los contactos que
tenían en Italia y en París estaban enterados que había trabajado como espía en
Paris a favor de Italia y que hasta había logrado conseguir durante la relación
que mantuvo con el emperador Napoleón III a base de mentiras amatorias, que
éste, rendido de amor le declarase la guerra a Austria.
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